jueves, 31 de octubre de 2013

Y sin memoria

Viajaba en la guagua una señora mayor. Bien trajeada, elegante, con su cabello blanco como mopas de algodón. Había subido unas paradas antes de que yo lo hiciera. Iba sola; sin dinero, sin bonobús, sin documentación y, al parecer, sin memoria. Un  hombre había 'picado' el ticket por ella. Casi todos los pasajeros estaban alrededor de su asiento haciéndole preguntas queriendo saber cosas de ella. Ya se sabe: su nombre, su domicilio, su familia. Ella contestaba dando datos vagos: vivía en la Avenida, arriba, y luego tenía que bajar por una calle... y sus hijos no la dejaban salir sola. No recordaba como se llamaba. Sabía -eso sí- cantar muy bien, con buena voz y entonación aceptable, una canción antigua, desconocida por mí,  que hablaba de una mujer que se iba no se sabe a donde surcando los mares...

Los pasajeros trataban de ayudarla y una señora que viajaba con nosotros quedó en hacerle compañía hasta tanto se arreglara su situación. Nos alegramos pues por esta vez, y ojalá que por siempre, la solidaridad de nuestras gentes se puso de manifiesto en la guagua. 

miércoles, 30 de octubre de 2013

Una leyenda

En una de las fachadas de la Casa de Colón, la fachada que tiene ornamentación de piedra amarilla y un hermoso balcón canario, de tea, de lado a lado y una enredadera de 'papel' podemos leer, pues en la pared la tenemos, una leyenda que nos viene de antiguo.  

Pregunté a un erudito por ella y me contó de tropelías del fuerte y de insurrección del pueblo. Indagué por otro lado, y al parecer no fue tal. El escrito habla de un cargo eclesiástico al que dieron una canonjía con un puesto superior en la Iglesia. Sea cual fuere su razón de ser, la leyenda dice así:


"Machado ya estas servido
todo el pueblo está contento
pues vuest elecion asido
hacer al mexor talento,
Lo de Justicia dévido.
1771

Y en lo alto, dando valor al documento, tenemos lo que seguramente es el escudo de prebendado.

lunes, 28 de octubre de 2013

En la parroquia

La iglesia parroquial del barrio celebra el acto religioso de dar el santo sacramento del Bautismo a una decena de pequeñas criaturas. La iglesia -que es hermosa- está abarrotada de gente pues en ella se hallan los abuelos y bisabuelos, los padres y los tíos, los primos y demás parientes de quienes van a formar parte de la Comunidad Cristiana. Hay como un revuelo de mariposas y en las caras una sonrisa cómplice y una expectación por lo que va a suceder. El cura, a duras penas, trata de poner un poco de orden, sobre todo en la legión de fotógrafos (familiares aficionados los más) que quieren llevar en sus cámaras los instantes preciosos de la ceremonia. -Un solo fotógrafo por familia- pregona el cura sin lograr que le hagan caso. Comienzan los rezos y siguen las preguntas  de la liturgia a las que contestan los padrinos en nombres de los pequeñajos. Quien más y quien menos todos siguen atentos los distintos pasos del ritual y se interesan por lo que el sacerdote dice y hace a los neófitos: la unción sacramental, la iluminación con la vela, la vestidura y el baño. Y todos los rostros se vuelven hacia donde está la pila bautismal, junto a la patrona, Santa Isabel de Hungría, y todos los labios sonríen al oír el llanto de algún crío al ser rociada su cabeza por tres veces con el agua bautismal.  

sábado, 26 de octubre de 2013

La familia

La familia es lo primero, dicen que dicen en las mafias. Nosotros, a quienes líbrenos Dios de ser mafiosos, decimos también que la familia es lo primero. Al menos para unirnos en los tenderetes que armamos por cualquier motivo en los que lo pasamos en grande. Asisten a estos actos familiares todo aquel que no tiene un motivo justificado que le incapacite para ello: desde la matriarca de la casa -con sus añitos a cuestas- hasta los más pequeñines como pueden ver ustedes en la fotografía del último encuentro. (Toda la familia y algunos amigos ¡pues no faltaba más!) ¿Qué celebrábamos en tal ocasión? Pues nada en particular. Un pariente ofreció el sitio, otro corrió la voz, aquel puso las ganas y los demás pusimos la presencia. ¿No es suficiente? Para nosotros sí, y apostamos que para ustedes también si prueban a improvisar ratos con la gente que quieren. Háganlo, que luego estos buenos momentos en la memoria por siempre quedan.

viernes, 25 de octubre de 2013

Los Trasmallos

El trasmallo es un arte de pesca artesanal, de pesca de fondo y de pesca costera. "Los Trasmallos" por el contrario forman un grupo musical atípico que interpreta música atípica. Anoche actuaron en "El Gallinero Café Arte" con su arte a cuestas de estropear las canciones que cantaban. ¿Y qué más da? presumimos que pensaba el respetable pues ganaron con su actuación clamorosas muestras de admiración y cariño. Los aplausos resonaban de principio a fin y todos gozaron de lo lindo. (El público era gente joven con ganas de pasarlo bien con una 'birra' y un rato de compañía con los amigos).

Antes y como aperitivo del espectáculo (doblemente improvisado) un grupo de teatro escenificaba escenas de humor disparatado con diálogos y mímica deslavazados de principio a fin. Teatro de humor sin cortapisas y sin pudor, aunque eso sí sin faltar al respeto debido. Este grupo de teatro cuyo nombre es "Impropio" estaba formado asimismo por cuatro jóvenes con ganas de pasarlo bien. Habrá que estar atentos al arte de ambos conjuntos.

jueves, 24 de octubre de 2013

Organdí

La tarde se vistió de otoño y el cielo se puso el traje de organdí. Cambió la temperatura dándonos un respiro en la Capital y desde la zona alta podíamos ver el mar con su color azul de siempre. Mientras en las Cumbres el mismo canario -nuestro cielo canario- se vestía de rojo y gualda. De allá arriba nos llegaron las noticias de un incendio pavoroso y traicionero que nos llenó el alma de congoja y por más que intentábamos escribir algo agradable las letras del ordenador nos imponían unas tristes melodías. Por ello, por hoy, cierro esta entrada con tristeza.

miércoles, 23 de octubre de 2013

La "Casa del Agua"

Hace ya tantísimo tiempo, la "Casa del Agua" o Depósito Regulador del Agua estaba en los extrarradios de la Ciudad en aquellos secarrales de las lomas altas. Entonces eran los lindes entre la ciudad habitada y el campo las casas terreras construidas en Escaleritas, estando más allá los terrenos casi baldíos que servían, eso sí, para plantar tomateros; cuando no, el polvo y las aulagas levantadas por el viento eran los reyes del territorio que nos parecía un mundo lejano. En aquellos días casi todas las casas de Las Palmas eran terreras, con patio y azotea. En ellas había todo un mundo de plantas y de animales. Animales que, más que ser domésticos, parecían ser de granja: pájaros, gallinas, cabras, conejos, perros, gatos, algún pato, palomas, y hasta un burro en alguna de las casas.

Hoy en día proliferan los anímales de compañía a los que llamamos mascotas. Principalmente perros y también muchos gatos, pero se hace difícil ver otros animales en nuestra Ciudad. Por ello quienes se bajan de la guagua en una de las paradas de la Avenida de Escaleritas se paran con agrado a ver al pequeño grupo de aves de corral, con su gallo al frente, que está justo en los terrenos de la "Casa del Agua". Gusta verlos por bonitos y, seguramente, por insólitos. 


lunes, 21 de octubre de 2013

Paseo diario

La persona mayor da su diario paseo matutino. La señora mayor necesita la ayuda y la compañía de alguien más joven y normalmente para ello cuenta con un allegado. Hoy, las dos, despacito, van hacia el parque y por el camino saludan a los vecinos (más bien a las vecinas) que se dirigen o regresan de la plaza del mercado. Los saludos son cordiales. Ellas llevan muchísimos años viviendo en el barrio y son personas queridas y respetadas. Se paran ellas y se paran las vecinas y unas a otras se preguntan por la salud, y en la conversación consiguiente salen a relucir los pequeños problemillas del día y los parabienes por las cosas buenas que les ocurren. La señora mayor y su acompañante siguen su camino y tienen cuidado al cruzar, despacito, por el paso de peatones. Al llegar al parque lo bordean para volver a casa por el otro lado y así tener un paseo un poco más largo. Hoy disfrutan las dos de un buen día pues aunque estamos en otoño la mañana está calentita y ya no se siente el agobio de los días del verano. Dentro del parque se acercan a un parterre para ver los árboles y las flores. Sus caras me inspiran, y tomo de ellas esta fotografía.

domingo, 20 de octubre de 2013

Como un libro

La pequeña plaza (tres bancos y unos maceteros) que está en el populoso barrio de Schamann tiene desde hace pocos días un nuevo motivo de orgullo: al hecho de llevar el nombre de uno de los personajes que aparecen en los Episodios Nacionales (Vicente Halconero) se suma ahora el de contar con un pequeño monumento -nuevo- que el Ayuntamiento ha dedicado al inmortal escritor. Monumento que, al contar la barriada con los nombres de las obras de Galdós en sus calles (al igual que ocurre en el cercano barrio de San Antonio), está aquí justificadamente instalado.

El monumento es tal como un libro. En la cubierta figura el nombre completo de nuestro paisano: Benito Pérez Galdós; en la sobrecubierta el nombre de toda o buena parte de su producción literaria y, en medio, en efigie, la figura de don Benito, ya mayor, y del precioso perro que le acompañó en los últimos años de su brillante existencia.

Misericordia, Halma, Tormento, El Audaz, Electra, El Abuelo, Mariucha, Casandra, Sor Simona, Antón Caballero... etc. etc. quedan aquí para el recuerdo y la admiración nuestra y de nuestros hijos y nietos.

   

viernes, 18 de octubre de 2013

El catalejos

Sobre un fondo blanco desvaído, más bien sucio, está el hombre mitad de blanco mitad de negro. El hombre, que pudiera ser oficial de la Marina, con galones (o al menos con una cruz) tiene un catalejos en su ojo derecho. Al verlo así, escudriñando sabe Dios qué, sentí un escalofrío pues enfrente del hombre, un poco más a su derecha, está el cementerio del Puerto. ¿Qué de cosas quiere el hombre, con su curiosidad de marinero, ver en el reino de los muertos? ¿A quién, a quienes, buscará? Tal vez el marinero tenga algún asunto pendiente con otro marino a quien conoció surcando mares lejanos. A lo mejor busca algún amor perdido en uno de los puertos que frecuentó. Quizá busca noticias del barco que naufragó en el que murieron camaradas con los que nunca más ha podido tomar unas copas de ron.

A mí me dio un escalofrío al ver al hombre buscando en el pasado de los muertos. Me vi a mi mismo, allí enterrado en uno de los nichos, descubriendo al hombre mis miserias. Aquellos secretos que para siempre creí haber llevado, seguros, a la tumba.

jueves, 17 de octubre de 2013

Con la boca abierta

Las cosas que se le ocurren al Ayuntamiento de nuestra Ciudad para entretener a los ciudadanos me dejan con la boca abierta. Que si el carril bici y algún que otro día de la bicicleta al año, que si pintar los muros los gafiteros, que si poner mesas y sillas por doquier para que gastemos las pocas perras que tenemos, que si el acuario (uno de los cuatro mayores del mundo, ¡ajolá, usted!) que han concedido hacer al empresario del Loro Parque por la zona portuaria, que si los montaditos de los jueves por aquí, que si una 'cerveciada' por allá..

Si lo miramos bien, todo ello son bagatelas que nos tienen adormilados. Todo ello, menos una cosa, supongo: los huertos urbanos. Para mí que esta propuesta merece cuando menos el premio a la iniciativa en pro de alimentar a las gentes. Lo digo en serio. No hay nada como pedirle a la madre Tierra que alimente a sus hijos. No hace falta decir que uno o dos huertos no hacen granero... pero ayudan al compañero. Permitaseme el uso del sabio refrán pues he leído que el Ayuntamiento va a habilitar otro lugar por Guanarteme para hacer en la zona un segundo huerto. Bienvenido sea. Yo, por mi parte, me estoy preparando aprendiendo a coger plantas. Para cuando me concedan una parcela en un huerto, me tendrán con suficiente soltura en coger calabazas y millos, papas y coles. Eso sí, me cogerán con la boca abierta.  

miércoles, 16 de octubre de 2013

Emprendedor

Nuestro hombre oía hablar tanto a los ministros y ministras de emprendeduría, de que si para salir de la crisis no había nada como hacerse autónomo, de que lo mejor para el País era que los autónomos se multiplicaran como los panes y los peces bíblicos, que un buen día fue y se decidió: cogió los bártulos y montó su chiringuito junto al árbol que le pareció el más adecuado para ello. Y desde entonces, con su sonrisa en la cara quemada por el sol y con un cartel anunciador en una hoja de papel que el viento vira, nuestro hombre propone su mercancía... que es su propio trabajo. Y posiblemente sueñe nuestro hombre en convertirse en uno de aquellos afortunados que en la América de las oportunidades amasaron grandes fortunas empezando desde cero; empezando vendiendo periódicos como las películas americanas nos enseñan. Por ello, nuestro hombre parece feliz y espera el milagro de que al menos pueda lavar un coche -un solo coche- cada día.

martes, 15 de octubre de 2013

Preciosa

La buganvilla (nombre del conde de Bougainville, 1729-1811, navegante francés que la trajo a Europa desde Suramérica) es una planta que podemos ver en sitios varios de nuestra Ciudad, eso sí, en muchos menos sitios de los que a mí me gustaría que estuvieran. De más está decir que yo las encuentro atractivas, agradables y sencillas. Tienen flores casi todo el año (o sin el casi). Flores blancas y rojas o anaranjadas que las más de las veces aparecen juntas. Es una planta trepadora que en ocasiones cubre un muro transformándolo con su belleza. Las podemos ver en parques públicos y en viviendas privadas como la que fotografié para ustedes. Aquí pueden verla por entre las celosías de un jardín y convendrán conmigo -eso espero- que forman una estampa preciosa.

domingo, 13 de octubre de 2013

Otoño

El otoño aún no nos ha traído el frío que ansiamos y por el contrario sigue el calor pegajoso que nos hace buscar alivio a la sombra. Yo, sentado en un parque, tengo la sombra del tronco, torcido, de un flamboyán sin flores. Más allá veo al sol a media altura que juega con sus rayos a través de las ramas y de las hojas. Es domingo y es tarde tranquila con niños que juegan en los columpios y a la pelota. Mientras, los papás y las mamás pasean olvidándose por unas horas más, de las obligaciones ya cercanas, del indeseado lunes en que a casi todos les comienza la semana laboral.

Feliz domingo.

sábado, 12 de octubre de 2013

Librería del Cabildo

En una de las esquinas de las calles Cano y Travieso, en el barrio de Triana, tenemos a la Librería del Cabildo. En esta cualquier interesado en temas relacionados con las islas puede encontrar (no siempre, claro está) el libro que busca sobre todo si este está editado con el Cabildo de Gran Canaria. A mí me gusta ir a la Librería que tiene una campanilla que repiquetea al entrar alguien y ponerme a curiosear entre los tomos a la venta y preguntar por algún libro en particular. También me gusta un detalle que posiblemente pase desapercibido para muchos. Es el gusto conque adornan el escaparate que da para la calle Cano dedicándolo a un escritor distinto cada vez. Tuvieron durante un tiempo al insigne Galdós tras la ventana del escaparate, ya viejo en un retrato, y ahora tienen al poeta Domingo Rivero en un escaparate adornado con gusto al que podemos ver en una fotografía. Y está una de sus poesías que el paseante curioso y sin prisas puede leer. Su título: Yo a mi cuerpo. La he copiado para ustedes:

¿Por qué no te he de amar, cuerpo en que vivo?
¿por qué con humildad no he de quererte,
si en ti fui niño, y joven y en ti arribo
viejo a las tristes playas de la muerte?

Tu pecho ha sollozado compasivo
por mí, en los rudos golpes de mi suerte,
ha jadeado con mi sed, y altivo
con mi ambición latió cuando era fuerte.

Y hoy te rindes al fin, pobre materia,
extenuada de angustia y de miseria.
¿Por qué no te he de amar? que seré el día

que tu dejes de ser? ¡Profundo arcano!
Solo sé que en tus hombros hice mía
mi cruz, mi parte en el dolor humano. 



viernes, 11 de octubre de 2013

La casa pintada

Un hombre en el balcón, con una brocha en su mano derecha, retocaba el frontis de la casa o sacudía algo de suciedad en el mismo. Ello hizo que miráramos para la casa y comprobáramos que había sido pintada hacía poco tiempo pues la pared no tenía desconches ni presentaba esa cascarilla del encalado que tiene después de algún tiempo recibiendo las inclemencias del sol y de la lluvia que no perdonan. La casa de la que hablamos, de tres pisos, está en la peatonal calle de la Peregrina y, como la calle sirve de paso entre los barrios de Vegueta y de Triana, diariamente verá pasar a mucha gente caminando en uno u otro sentido. El primer piso de la casa presenta una puerta central que se abre a un zaguán, y en este, otra puerta con cristal, nos deja entrever algo que pudiera ser un patio canario. Los dos pisos superiores tienen sendos balcones no muy pronunciados de madera noble. El frontis, como decimos, está recién pintado con un tono pastel verde o azulado desvaído en toda la superficie que está enmarcada por piedra "de Arucas". En la carpintería -puertas, ventanas, balcones- se aprecia las manos del maestro que con buen hacer le dio barniz.

Nosotros al ver al hombre -propietario o inquilino-  quedamos seguros de que estaba mimando a la casa, satisfecho. Y no es para menos, pues la remozada fachada, ¡qué gusto daba el verla! nos daba también a nosotros plena satisfacción.    

jueves, 10 de octubre de 2013

Vampiros

La calle de Triana, en su final si vamos desde San Telmo, se bifurca, pues le sale un ramal al que llamamos San Pedro. Es una calle esta en pendiente con edificios bonitos, la mayoría de ellos, en uno de los cuales estuvo hasta hace bien poco la Sala Cuasquias que tan buenos recuerdos de música cubana y de boleros dejó a los clientes que la frecuentaba. De la calle San Pedro sale otra que lleva el nombre de Remedios. Estos nombres les vienen, al parecer, de un convento que estuvo por aquí  cuando a Las Palmas le crecían los conventos como las lapas a las rocas de la marea.

En San Pedro podemos ver tiendas de tejidos y últimamente unos cuantos bares-cafeterías. Una de estas cafeterías es italiana, y nos llamó la atención por tener en el alfeizar de la ventana unas rebanadas de pan y otras cosas invitando al paseante a comerlas. (A no ser que fueran de plástico, que todo es posible, y dieran el pego). Y tenía también, y ello fue el colmo de nuestro asombro, un racimo grande de ristras de ajos colgado en el ángulo superior de la dicha ventana. ¿Ajos aquí? Y pensamos en los vampiros. Claro, como el norte de Italia está cerca de Transilvania y ya se sabe aquello de la historia del Conde Drácula... Pues sí, hermosos y lindos ajos aquí.

martes, 8 de octubre de 2013

Chamuscada

La pobre murió chamuscada. ¡Qué digo! Murió quemada como las brujas en el medievo. Alguna mente que no ha evolucionado para el bien sino que quedó anclada en lo negativo, le prendió fuego. Podríamos preguntarnos que mal le hizo la pobre y no encontraríamos, de seguro, ninguno. Era inofensiva. Colocada junto a la pared esperaba sin inmutarse a ser utilizada para lo que fue hecha. Sin un mal gesto, sin un desaire. Alguna mente... ¿Qué retortijón le dio al hombre, a la mujer, que prendió fuego a la pobre papelera? ¿No le gustaba su color, su forma, su armonía? A lo mejor no le gustaba nada, ni siquiera se gustaba a sí mismo y su rabia rompió en una noche (seguramente era de noche cuando atacó con nocturnidad y alevosía) y acabó con quien era nuestra amiga. El hombre o la mujer, con la cara encarnada con la rojez del fuego -que no de la vergüenza- sonreiría entonces al gozar de su falsa hazaña, de su verdadera felonía.

lunes, 7 de octubre de 2013

Varonil

Paseando por nuestra Ciudad podemos encontrar jardines bien cuidados con plantas y flores en las que jardineros y jardineras ponen su amor al cuidarlas. Ello hace que podamos deleitarnos con una amplia variedad de especies que crecen a nuestro alrededor debido sobre todo al clima benigno que disfrutamos. La isla de la eterna primavera no podía darnos menos. Entre las plantas que hemos visto en los últimos días -en unos parterres de la zona de La Minilla- hemos encontrado una bonita colección de cactus. Pequeños aún, como recién plantados, y sin flores pues seguramente no es la estación idónea para la floración de estas plantas suculentas. Entre ellos encontré uno que llamó mi atención y que me pidió que lo retratara para ustedes. Pequeño, erguido, airoso, varonil... de colores claros muy agradables y finas púas y pelusa cubriéndolo.
Lo tienen ustedes en la fotografía. Espero que les guste.

sábado, 5 de octubre de 2013

La viajera

La señora viajaba en la guagua. La señora iba en un asiento junto al pasillo y al subir yo quedé de pie frente a ella pues el vehículo iba casi lleno a reventar como casi siempre. Desde un primer momento quedé prendado de la viajera y la miré fijamente, tal vez de forma insolente. Ella miraba hacia un punto indeterminado de la guagua o a lo mejor a un punto no precisado en su interior, un punto situado en lo más recóndito de su alma. Al parecer viajaba sola pues no hablaba ni siquiera con la persona -un hombre- que estaba sentado a su lado. La mujer me recordaba a alguien, a algo. Estaba seguro de no haberla visto antes pues su cara no se me hubiese olvidado. Ella, allí, mantenía un influjo sobre mí: su cabeza bien proporcionada, su pelo negro, su ancha frente, sus ojos pequeños, su nariz grande y achatada y sus labios gruesos me tenían atrapado. Su cara era un canto a la placidez aun cuando en su boca no había ni un atisbo de sonrisa aunque tampoco un rictus de sufrimiento ni amargura había en ella. Era plácida su cara...

Y entonces la memoria funcionó y a mí conciencia vino el motivo de mi interés por la viajera: era (o había sido seguramente) la modelo que tomó Plácido Fleitas para tallar su Cabeza de la Mujer Canaria. Era ella prototipo de la mujer tirajanera que llevó al genial escultor a hacer su obra, a esculpir esta Cabeza y la serie Muchachas del Sur. Las proporciones perfectas de la cabeza de la viajera, su negro pelo, su frente, sus ojos, sus rasgos negroides me tenían, con razón, tan interesado.

viernes, 4 de octubre de 2013

Sed

La paloma tenía sed. O tal vez buscaba un baño que le mitigara el calor. Porque el calor de aquel día nos tenía a todos pidiendo agua por señas y la pobre paloma levantaba el vuelo cada poco buscando el líquido elemento. Nos dimos cuenta de ello pues el animal se acercó al desagüe del patio comunal del edificio y caminaba a su alrededor y volaba en vuelos cortitos cerca de el. Su instinto le decía que allí dentro había agua o que la había habido recientemente. Con su caminar y su vuelo parecía estar ensayando un espectáculo de ballet. De pronto el animal se acerca un poco más e introduce su pequeña cabeza y su delgado cuello todo lo que pudo por el orificio del desagüe. ¿Sació la paloma su sed o al menos se refrescó? Nunca lo sabremos. Cuando, compadecido de ella, le pusimos un poco de agua de una botella en el caliente suelo, levantó el vuelo y desapareció después de unos instantes de nuestra vista.

Nosotros quisimos creer que su perseverancia tuvo el premio merecido.

jueves, 3 de octubre de 2013

Papeleras

En una de las calles de la Ciudad encontramos estos dos modelos de papeleras. La habrá dejado aquí, pensamos, el edil municipal encargado de artilugios y cosas raras.  La papelera de color canelo es estilizada, alta y bien proporcionada, de diseño tradicional y cuenta con dos aberturas en su parte superior para que de forma cómoda los viandantes puedan depositar los papeles inservibles y otros desperdicios. La otra, la de color blanco-amarillento, tiene un diseño nuevo: es achaparrada, oblonga, con una boca grande para cualquier cosa que quiera el transeúnte tirar y en la que sin exageración puede acomodarse cualquier culo si ello fuera necesario. Como añadido tiene esta papelera unos elementos decorativos que le dan un aire futurista.

Indagamos, y nos dicen que han colocado las dos papeleras donde están para que los ciudadanos vayan apreciando sus bondades y puedan votar libremente por uno u otro modelo para la próxima temporada municipal. Según el edil -comentan- un mobiliario urbano abierto a las nuevas tendencias ayuda al sufrido contribuyente a olvidarse de los recibos del IBI.

miércoles, 2 de octubre de 2013

El hombre en la guagua

El hombre en la guagua no llevaba auriculares por lo que es probable que estuviese absorto en sus pensamientos. El hombre en la guagua tenía la cabeza blanca de canas por lo que posiblemente ya no fuese joven ni un niño. Tampoco un viejo era, pues rondaría en los cincuenta. El hombre en la guagua con la cabeza llena de canas calzaba playeras blancas: más blancas y brillantes que sus canas. El hombre, en la guagua,  con su pie estirado- llevaba su playera blanca encima del asiento de delante del suyo situado de frente hacia el. Cabe pensar que el viajero no se diese cuenta -absorto en sus pensamientos- que hacía mal. O tal vez sí y no le importaba, lo que sería peor. Pero es muy probable que si el viera a un adolescente hacer lo que el hacía, le llamara al muchacho de forma airada su acción.

El hombre, en la guagua, terminó poniendo sus dos pies en el asiento inmediatamente anterior.

martes, 1 de octubre de 2013

La balsa

Proyectan en estos días en los multicínes Monopol de Las Palmas la película Kon Tiki, mezcla de documental y cine de aventuras, que narra la travesía del explorador noruego Thor Eyerdahl (y cinco compañeros) desde Perú hasta las Islas Polinesia en un viaje de 7.000 kilómetros y más de tres meses de navegación, a bordo de una balsa construida como pudieron haberlo hecho los habitantes lejanos de estas tierras. Este antropólogo quiso demostrar una teoría suya (basada en lo que le contaban los viejos de la isla Marquesa en la que estuvo anteriormente) de que los primeros habitantes de estas islas, situadas en la inmensidad del océano Pacífico, habían llegado en balsas, impulsadas por las corrientes marinas, desde algún punto de América del Sur, desde el este hacia el oeste.

Viendo la película me acordé de nuestros antepasados: aquellos hombres y mujeres que llegaron a las Islas Canarias mucho antes que los primeros europeos. ¿Vinieron en balsas, vinieron en cayucos? ¿Cómo vinieron? Sabido es que a la llegada de los misioneros a mediados del s.XIV, de los señores que se hicieron con las islas de señorío después, y de los conquistadores de las islas grandes por último, nadie dio cuenta de algún indicio de que los canarios, ni los guanches, ni los bimbaches, ni los demás habitantes de las otras islas conocieran el arte de la navegación. Tanto es así que, según parece, no tenían comunicación alguna entre las distintas islas.

Nosotros los canarios tenemos, además de las preguntas trascendentales del Hombre "de dónde venimos" y "a dónde vamos" otras preguntas más de andar por casa: ¿de dónde y cómo llegaron aquí nuestros más lejanos antepasados?...