viernes, 27 de diciembre de 2013

Concierto de Navidad

En la iglesia de San Francisco de Las Palmas tuvo lugar esta noche un concierto sacro. Dado que estamos en Navidad la mayor parte de las obras cantadas eran villancicos aunque no faltó el Ave María de Schubert y otras piezas de especial recogimiento. El bello templo estaba todos sus asientos de la nave central cubiertos y había personas de pie que no querían perderse a los solistas y grupos que iban acercándose al altar para cantar a la Divinidad. Eran emocionantes los silencios mientras cantaban y los aplausos fervientes al terminar cada uno de ellos de cantar, sobre todo los villancicos más populares Noche de Paz y Adeste Fideles. Seguro que, de oírlos, el Niño Jesús aplaudiría de contento en Belén.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Feliz Navidad

Con este ramillete de fotos tomadas en la Playa de Las Canteras, del Belén y del Papá Noel de arena, deseo a todos lo mejor de lo mejor en la Navidad. Y que en el Año Nuevo la vida nos atalante y nos sonría la suerte y quede lejos de nosotros aquellas cosas que pudieran perturbar nuestra Felicidad.









Para todos, grandes montañas de arena con millones y millones de granos de felicidad.

martes, 17 de diciembre de 2013

La flor del drago

Sabía, pues lo había oído decir y lo había leído, que los aborígenes canarios llamaban sangre a la savia del drago. Cosa que no es de extrañar,  pues sabemos que el drago, -esta planta del terciario que por aquí tenemos- cuando es herido en su corteza suelta una substancia que al contacto con el aire toma un color cobrizo. Los antiguos tenían a esta sangre en gran estima porque tenía propiedades curativas para las encías y seguramente para otras cosas. Pero no sabía yo -no se me había ocurrido ni el pensar en ello- que el drago tuviera flor, y que si tiene flor tendría fruto y que éste daría lugar a la semilla. Lo pensé esta mañana pues estando por el campus universitario de Tafira vi un drago pequeño, joven aún, con unos racimos como de támbaras que nos diera una de nuestras palmeras. Eran flores, o eran frutos ya, no sé, de un color amarillento o anaranjado muy bonito. Estuve contemplando a la planta un rato y entonces pensé que uno de la botánica de nuestras islas sabe más bien poco, por no decir que no sabe naíta.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Jorge Oramas

Jorge Oramas nos dejó en su arte indigenista una variada muestra de imágenes de nuestra Ciudad y de sus gentes. Me acordé de él viendo desde la trasera de una de las casas de Vegueta (en la calle Castillo, por arriba de la Catedral) una magnífica vista del Risco de San Nicolás. Y es que Jorge Oramas, estando ingresado en el antiguo Hospital de San Martín pintó un cuadro precioso de lo que él vio entonces que no debe ser muy distinto a lo que hoy podemos ver nosotros. Siguen estando las casas arracimadas pintadas con colores alegres y diversos formando figuras geométricas llenas de luz. Quizás ahora haya algunas casas altas de más formando mamotretos, quizás falten plataneras; quizás el día de hoy tenga las nubes más obscuras pero la sensación es la misma: mirando al Risco nos sentimos protegidos por amigos de siempre, por esos amigos -esas casas- que siempre están ahí. 

jueves, 12 de diciembre de 2013

Cuestión de querer

Abogo porque se vuelva a la costumbre de los mayores de hacer el Nacimiento en las casas. Todo es cuestión de querer: con unas figuritas del Misterio y poco más se puede conseguir uno precioso. Con las figuritas y, claro está, con el auxilio de un nietillo que tenga ganas de participar y de poner, además de las ovejas y demás animales de granja, un hermoso y largo río. No importa si el río pasa por donde están la Virgen y el Niño. No importa, pues así San José tendrá agua corriente en abundancia para lavar los pañales. Lo demás, los pastores, el fuego y el ángel anunciador vendrán dados por añadidura.

martes, 10 de diciembre de 2013

Soledad

Nos lo dice un cartel grande colocado en el frontis de la iglesia. La Parroquia de San Fancisco de Asís se apresta a conmemorar el próximo año 2014 el Cincuentenario de la Canonización de Nuestra Señora de la Soledad de la Portería. Este templo en el se encuentra la venerada imagen, y que por ello tiene la consideración de Santuario Mariano, es lo que queda del antiguo convento franciscano que por estos solares había. Nos cuenta la historia que la iglesia primera fue construida en 1518 y que sucumbió cuando la Ciudad sufrió los ataques del holandés Van der Does. El templo actual es del siglo XVII y en él destaca el artesonado y las pinturas de Jesús Arencibia en el altar mayor, y contigua y separada del templo la espadaña antigua del convento. Y por supuesto el trono de la Virgen en el que todos los años, en Semana Santa, la llevan en procesión nocturna por las calles de Triana acompañada por el fervor y el silencio de cientos de fieles.

Posiblemente la commemoración no tenga actos festivos para la calle. Pienso que por el contrario se harán novenarios y otros actos piadosos en la iglesia. Aunque no sería mala cosa, creo, que la Señora de la Soledad saliera en olor de multitudes en horas y día de luz. De esa luz radiante de nuestra Ciudad que será bello marco para su celestial belleza.  

domingo, 8 de diciembre de 2013

La estrella

En una de las estaciones de servicios de la Ciudad han colocado una estrella. Comoquiera que la estación está en sitio alto y abierto la estrella nos muestra sus caricias, de noche cuando está encendida, a cada cambio de luces. Es una señal más de que estamos acercándonos a la Navidad, de que el Niño Jesús va a nacer, y de que todos, creyentes y agnósticos, nos preparamos para celebrar el Misterio. Bien es cierto que el consumo, que la sociedad mercantil en que vivimos, hace años que se lleva el agua de la Navidad para su molino. No importa. Siempre, en el fondo de nuestros corazones, dejaremos un huequito para desearnos felicidad y amor. Con ello iluminaremos, al igual que la estrella de la estación, nuestras vidas y las vidas de quienes nos acompañan.  

sábado, 7 de diciembre de 2013

Tendencias

Anunciaban un Mercado de tendencias en Santa Ana y un poco llamados por el nombre y otro tanto por dar un paseo en un día que se presentaba con algo de lluvia, nos fuimos a  la Plaza de Santa Ana. Nos encontramos con un gran número de casetas bien colocadas, con una buena distribución. Al llegar llovía y por ello y porque era la hora del almuerzo había poca gente curioseando entre los stands. Tampoco había mucha gente en las casetas dispuestas para los 'perritos' y las 'hamburguesas' aun cuando el olor que desprendían las planchas resucitaran un muerto. La lluvia no mojaba pero empapaba, tal y como dice el dicho. Dentro de los chiringuitos las tendencias, o sea aquellas cosas que nos querían mostrar como cosas nuevas, de nueva inspiración... y de artesanía. A nosotros nos llamaron la atención, de forma especial, dos: en una caseta unas flores de exquisita belleza -unas rosas- hechas con azúcar por unos artesanos que saben trabajar como artistas del más fino cincel este dulce condimento; en otra de las casetas, un Misterio con la Virgen, San José y el Niño y un pastor y pastora, todos con trajes típicos canarios, juntos a la mula y el buey. Una delicatesen preciosa, digna de un hogar canario en el que se quiera un Nacimiento nuestro muy bonito.

jueves, 5 de diciembre de 2013

El cuadro

Sitios hay por los que pasamos casi a diario en los que la belleza se nos esconde. Tiene entonces que acudir alguien con sensibilidad -un artista- para abrirnos los ojos y con ello hacernos partícipe de lo que el consigue ver. Tal ocurre con el cuadro que está colgado en unas oficinas de Bankia (antes Caja de Canarias) en el que podemos ver esquematizada la belleza de nuestro Parque de San Telmo. El detalle cuidadoso y el cromatismo hace que nuestra mirada se pierda en cada una de las cosas allí pintadas. La iglesia con sus techos rojos; los dos quioscos en primera línea; el de la música en el centro; el verdor de las palmeras y de los árboles; el paso de peatones de Triana; el barco de madera en el que juegan los niños; la bajada al 'Hoyo' que es la terminal de guaguas; los taxis en la parada; la calle al final del cuadro y en ella un pequeño coche y una guagua circulando. Pareciera que en el Parque hay vida aunque en el cuadro no se vea a nadie; la vida se la dan las cosas, como el cruceiro -que no falta-, el quiosco pequeño de prensa, las sombrillas que cubren las mesas... y un par de sillas sin clientes en el bar... Es una vista desde lo alto, tomada -pudiera ser- desde la azotea del Gobierno Militar, o, mejor aún, imaginada, simple y llanamente, por el artista que supo captar la belleza del lugar. 

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Paseo en la mañana

La mañana de este miércoles estaba tan limpia y cálida que apetecía el paseo al aire libre, así que no era de extrañar el ver por los alrededores de la catedral varios grupos de estudiantes, niños y adolescentes, caminando acompañados por profesoras y algún profesor. Vimos por la calle Obispo Codina a los mayorcitos, de bachillerato, que venían de vuelta de una exposición (y que algunos aprovechaban para comer golosamente donuts y otros artículos de bollería), y por la Plaza de Santa Ana otros más pequeños. Un grupo de chiquirritajos caminaban por delante mismo de la catedral y llamaron mi atención. Recordé a la vista de ellos cuando por estas mismas calles paseaban los seminaristas del Seminario Diocesano que estaba en la cercana calle del Doctor Chil. Estos, los seminaristas, con sus sotanas negras paseaban en fila de dos en dos y las gentes de mi generación decíamos de forma cariñosa al verlos: ahí van los gatitos.  

martes, 3 de diciembre de 2013

En la puerta

En la puerta del establecimiento de artículos de decoración (en la calle Pérez Galdós), nos aguardan dos ratones como centinelas sin fusil. Son dos grandes y orondos -que no gordos- ratones que nos reciben exhibiendo, sin exhibirlas, sendas sonrisas en sus bocas. Lo que sí tienen son las orejas levantadas y en cada ojo llevan, como anteojos, algo que nos recordaran lindos claveles. La nariz negra y, debajo, la corbata de pajarita les hacen parecer dos dandies dispuestos a ir al baile del atardecer. Estos bien dispuestos ratoncillos (de cartón reciclado) no tienen barriga, ni huesos, ni carnes, pero es seguro que han de tener corazón, pues que están hechos con indiscutible amor.

domingo, 1 de diciembre de 2013

La piedra

El securita llegó tarde al parque para comenzar su turno de vigilancia. Su pisar era firme y su paso apresurado. Seguramente se le escapó la guagua o esta vino con retraso y de ahí su impaciencia pues le esperaban. Entró en la habitación que le sirven de cuarto de guardia, y el otro securita, del turno de la mañana, salió y se encaminó hacia su coche que tenía aparcado junto a la acera. Quedé pensando sobre la necesidad de tener vigilancia en el parque. Y me puse a enumerar las cosas dignas de ser guardadas: las plantas, las flores y el césped que adornan los parterres; los bancos de piedra que están para ser jubilados; la fuente sin agua desde hace tantos meses; las farolas; la valla que rodea el parque, que pusieron hace poquitos años; los juegos de los niños y de la petanca; los nidos de los pájaros...

Nada encontraba digno de tener que guardar los securitas durante tantas horas siete días a la semana. Nada, hasta que vi la piedra. Una piedra de tantas que están en el parque y que me recordó a la piedra zanata, aquella que encontraron en la isla hermana y que tanto dio que hablar, con inscripciones aborígenes, y que resultó ser -al parecer- una suculenta tremenda patraña. Y, o una de dos -me digo- o custodian la piedra, o vigilan que no se evaporen sus puestos de trabajo, lo que no es poca cosa.