sábado, 25 de octubre de 2014

Fumaba

Hacía calor, era de noche, y la mujer fumaba en la parada de la guagua que está junto a uno de los centros comerciales de la ciudad. La mujer tenía el cigarrillo encendido en su mano izquierda y era esta mano la que llevaba hasta sus labios al cigarrillo delator, con su punta roja de fuego. La mujer inhalaba, seguramente con delectación, el humo que quedaría en su garganta o bajaría hasta sus pulmones. Luego, como si de un rito se tratase, inclinaba su cabeza hacia atrás poniendo la cara contra el cielo que estaría estrellado o con nubes a aquellas horas. Quizá la mujer quería ver las estrellas mientras expulsaba el humo que había entrado en su cuerpo tan sólo unos segundos antes. Así, una y otra y otra vez. Hasta consumir por completo el cigarrillo de su devoción. Algo nos llamó la atención de la mujer mientras fumaba. Posiblemente fuera el que solamente moviese su brazo izquierdo. Miramos con atención y encontramos el motivo que lo justificaba: la mujer -madre tal vez- tenía en su brazo derecho, apoyándolo contra su cuerpo a un niño pequeño, un pequeño bebé, despierto, que tenía en su boca una chupa chiquitina.  

viernes, 24 de octubre de 2014

Calor

Al volver tras unas semanas en las que anduvimos por lugares que están por esos mares afuera, nos recibe el desagradable calor, anormal para estas fechas, de la medianoche del martes al miércoles. Pensamos que una pandilla de dragones se habían confabulado para volcar sobre la isla el fuego infernal que sale, cuando ríen, por sus bocas. Y es que no era para menos: 28 grados; tal como cualquier día de verano en Las Canteras. Nos enteramos también del aguacero caído el fin de semana último que por poco se lleva casas y enseres hasta la marea. (Y que causó la muerte de una pobre señora). En el aguacero, se llevó la peor parte Tenerife aunque tampoco fue floja el agua -y los destrozos- en la zona de La Aldea. En fin, tiempo revolucionado tan solo a un mes de iniciado el otoño, que por lo que se ve viene con ganas de juergas. Hacemos votos, y decimos: "Ojalá llueva como Dios manda y se nos llenen las presas". Que así sea.

viernes, 3 de octubre de 2014

El balcón

En casa tenemos un balcón. Da para la calle y estando como está cerrado con aluminio y cristal nos hace las funciones de invernadero. Tenemos en el balcón entre otras cosas una estantería. En la estantería unos libros y otras cosas. Y plantas. Muchas plantas que hacen de nuestro balcón un pequeño jardín. Por ejemplo, la planta de la moneda. Hace pocos días -en los días de calor de septiembre- la pequeña Planta de la Moneda (o del dinero) nos quiso regalar una preciosas flores blancas que vinieron a dar un encanto adicional a las fuertes hojas de  la trepadora. Y naturalmente nosotros queremos compartirlas con ustedes.

miércoles, 1 de octubre de 2014

La luna

La luna, en el negro cielo de la noche, mostraba sus encantos de joven en estado creciente, y en su afilado rostro los cuernos marcaban los límites de su hermosura color de leche. Coqueta en su juventud, se insinuaba buscando ser retratada. Busqué la cámara, pues hombre al fin, quería conservar conmigo su lejana e indómita belleza y la retraté tratando de mantener firme mi pulso y ligera mi cabeza. Y entonces la luna hizo un quiebro, y otro, y un tercero y me dejó triplicada su linda esencia.