sábado, 29 de noviembre de 2014

Colores

Rojo en Triana,
blanco en Vegueta,
azul en Mesa.

En las Ramblas de Mesa y López han decorado los árboles con cintas de color azul, luminarias blancas o amarillas y unas bombetas con aberturas que a nosotros nos recuerdan las calabazas de los finaos (mejor dicho del Halloween que, como gol rastrero metido por debajo de las piernas, nos han colado). En Triana, el color rojo campa por sus respetos sobre nuestras cabezas. Y en Vegueta, el blanco es el señor. En algunos sitios, como en La Alameda, los colores se confunden -sobre todo en la noches- al encenderse las miles de lucesitas pequeñas. Nos quieren preparar así, con tanto alboroto en las calles, para la Navidad, en la que ya estamos dando los primeros pasos, y hemos de reconocer la buena idea de diferenciar los distritos mediante distintos colores. Casi, casi, estamos por creer, que si a nuestro Ayuntamiento le fuera dado traernos el arco iris a voluntad, cada año nos lo trajera, llevándolo, eso sí, por barrios y sectores de forma bien dispuesta: el violeta aquí, el naranja allá, el verde acullá, el añil cerca... y el amarillo, el rojo y el azul, llevados hasta los confines de la ciudad.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Lluvia benefactora



A nosotros, que somos defensores de los árboles, amigos de las plantas y enamorados de las flores, nos está sentando de maravilla esta lluvia benefactora que cae sobre nuestros campos y en la ciudad desde hace unos días, y que al parecer va a continuar algunos días más según pronóstico de los del tiempo. Bien es cierto que la lluvia cuando llega a nuestros riscos resecos provoca caídas de piedras y de ramas de grandes árboles que en el mejor de los casos producen cortes de carreteras y, en el peor, puede causar daños personales. Y que también ocasiona daños (vamos a decir colaterales para estar a la última) en bajos y comercios de algunos edificios. No obstante la lluvia para el canario siempre es bien recibida y por ello damos gracias, como ahora hacemos, a la madre Naturaleza y a su Creador.

lunes, 17 de noviembre de 2014

La pachorra

María Dolores de la Fé nos dejó en su novela (¿o cuento?) Isla Espiral una semblanza del ahijado Manolo de la protagonista. Nos dice: "Con su pachorra de siempre (como que es hijo de su padre, más pachorriento él también que todas las cosas)..."

Leyéndola, no nos cabe duda de que la genial escritora y mejor humorista, -a lo canario-, era, al igual que nosotros, animosa defensora de la pachorra. Esa forma de ser que nos caracteriza y que es parte indivisa de nuestra idiosincrasia. Por ello, nos preguntamos si ella estaría también enfadada con los prohombres 'palmenses' que amparándose en sus puestos de poder quieren por vía de hecho quitarnos tal patrimonio.

Nos referimos, hay que decirlo, a quienes en el seno de Guaguas Municipales (y de paso al concejal de movilidad de nuestro Ayuntamiento) han propiciado las paradas dobles. Esas paradas en las que se detiene una primera guagua en el punto marcado con un 1, y detrás, otra segunda en el 2. Esas paradas en las que se nos obliga a los sufridos usuarios (hombres, mujeres, niños, jóvenes, ancianos...), a ir corriendo, sin pachorra posible, para subir a la guagua deseada, ésta o aquella. Pues las dos abren su puertas, dejan subir a los que llegan a tiempo, y parten, dejando en la parada con magua a los que no se andaron listos, y con palpitaciones indeseadas a los afortunados.

Y nosotros rezamos para nuestros adentros: querida y adorada pachorra nuestra de siempre, no te vayas de nuestro terruño y déjanos, te lo pedimos, seguir siendo pachorrientos por sobre todas las cosas...  

martes, 11 de noviembre de 2014

Sesión de teatro

Estuvimos en el Paraninfo de la Universidad de Las Palmas para asistir a una sesión de teatro. Una sesión de teatro aficionado, claro está, porque las de profesionales se dan en otros escenarios. La obra de la que disfrutamos tenía por título "Historias íntimas del Paraíso" y tenía un elenco de cuatro personajes: Adán, Eva, el Ángel, y Lilí. ¿Qué quién era Lilí y que pintaba en el Paraíso? Eso mismo nos preguntábamos nosotros antes y mientras se abría el telón.

Porque Adán, era Adán, joven recién puesto en el Paraíso, algo bruto y despistado e ignorante del todo... de todo. Eva, era Eva, que llegó a petición de Adán y que era la mujer solícita y dispuesta a ser la esposa perfecta. El Ángel, era el Ángel guardián, bondadoso pero despistado, que tenía la misión de administrar el Paraíso y de velar por el primer hombre. ¿Y Lilí? Pues Lilí fue la primera mujer, creada con anterioridad a Eva, que se ocupa de enseñar cuánto sabe en sus artes amatorias a Adán (y otras cosas naturalmente) pero que de ninguna forma acepta ser "inferior" a él. Con estos cuatro caracteres (estupendamente interpretados),el autor, Jaime Salom, construye un alegato moderno con "una comedia llena de ironía, de humor pero también de reflexiones y frases muy acertadas sobre la relación hombre-mujer".

El Grupo a cargo de la obra era A.C.A.E.M. "Antígona Teatro" con la dirección de Antonia Merchán.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Un buen día

Un buen día, hace algún tiempo, a quienes regían los destinos de nuestra Ciudad en la Coporación Municipal se les ocurrió la idea de instalar sendas escaleras mecánicas en dos de los barrios 'risqueros' que por aquí tenemos. Y fue pensarlo, debatirlo, y hacerlo: presupuestaron, convocaron, adjudicaron, y las escaleras fueron colocadas con el alborozo correspondiente de vecinos y, sobre todo, de las autoridades municipales. No sabemos, si se cortaron cintas y mucho menos si acudió una banda de música para amenizar el acontecimiento. La verdad, no nos hubieramos maravillado por ello. (Tiempos felices aquellos en que todo se inauguraba de esta guisa). Lo que si sabemos -o creemos saber- es que a lo mejor se olvidaron los ediles de algo tan simple como que estos artilugios necesitan un mantenimiento. Y por ello -queremos pensar- las escaleras no funcionan siempre; por el contrario, al parecer, no funcionan casi nunca. Nos da ello en la nariz, pues cada vez que pasamos junto a una de ellas la vemos más parada que el caballo de un fotógrafo, sin dar el servicio para las que fueron diseñadas.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Granos

En una frutería de barrio hemos encontrado unos pequeños sacos en los cuales hemos visto garbanzos, judías y lentejas, suponemos que para vender a granel pues tiene cada saco su pala correspondiente. Pudiera ser que tan solo los tuvieran para decoración por lo bien que lucen y porque la cantidad de granos en cada uno de ellos es más bien poca. No son como los grandes sacos de antaño que estando en cada tienda eran parte, pudiéramos decir, del mobiliario de cada tienducha de las de aceite y vinagre de entonces. Sacos en los que además de las legumbres asomaban también por sus bocas la blanca azúcar o los granos de café que luego había que tostar y moler. Ahora todo es distinto, y nos venden empaquetadas y medidas las cosas que necesitamos, y por ello, por la diferencias entre el ayer y el hoy, nos hemos sentido emocionados viendo estos cuatro sacos pequeños, que nos han llevado a rememorar cosas de nuestra niñez, en la que era nuestra pequeña ciudad.